AUTOR: Juan Diego Serrano
En la familia Martínez, casi todas las mañanas acostumbraban a despertarse tarde. Como Juanito, el hijo de la familia, entraba al colegio la próxima semana, tuvieron que ir a comprar cuadernos, libros, carpetas entre otras.
Llegó el primer día de colegio. Como tenían aquella costumbre de levantarse tarde, casi a la hora de almorzar, Juanito efectivamente, se despertó media hora después de lo que debía. No había alistado la ropa que debía ponerse, se demoró en eso y además, como iba tarde, no pudo desayunar bien. Tuvo que comer lo primero que encontró. Sus papás siempre compraban leche y huevos, entonces Juanito abrió la nevera de su casa y lo primero que encontró fue un huevo y lo fritó.
Lo que no tuvo en cuenta fue que el huevo aquel tenía otros amigos. Sus amigos quedaron muy tristes por lo que había pasado, pero después, lo peor de todo, fue aquella angustia de los huevos por saber quién iba a ser el próximo...
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