Autor: Daniel Tarazona Vera
Estaba de fiesta la familia Huevoide celebrando el cumpleaños del menor de sus chicos. Se encontraban todos reunidos en la finca el abuelo, sentados alrededor de una mesa con un grande y hermoso pastel, decorado con grandes cantidades de velas. Había globos, serpentinas y dulces repartidos por toda la casa. Jennifer Huevoide, la madre, era la encargada de darle la bienvenida a todos los invitados regalándoles unos bocadillos.
Luego de apagar las velas y consumir el pastel. Toda la familia salió a divertirse en una gran piscina con un gigantesco tobogán. Al cabo de unas horas, Hernán Huevoide, el padre, se extrañó de que su esposa no estuviese compartiendo con los invitados, así que comenzó a buscarla y al no encontrarla, le preguntó a los invitados pero ninguno le dio la razón.
Comenzaron a armar bloques de búsqueda para patrullar e investigar a los alrededores de la finca, con tan mala fortuna que un par de horas después, Hernán encontró a su esposa totalmente frita en un plato y todos sus hijos se reunieron alrededor para lamentar su pérdida.
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