Esta es la historia de un huevito, un pobre huevo que trabajaba y trabajaba; siempre era juicioso.
Trabajaba para mantener a sus cinco hermanos Caca, Coca, Quica, Ceca y Lola. Eran seis hermanos muy unidos y todos ya estudiaban. Unos, en el Colegio San Gallina y otros en el Gimnasio Huevedra.
Todos eran buenos estudiantes. A Caca le faltaban seis días para graduarse y Pablín, el huevo mayor que trabajaba, le quería dar una fiesta. Un día, Caca, Pablínn y Coca, los tres mayores, fueron a conocer otros gallineros par ver muchos huevos nuevos. Hasta que un día, a Pablín le empezaron a seguir un montón de seres extraños gigantes como molinos y feos como nadie había visto.

Pero un día, fueron a la casa del granjero, pero hubiese sido mejor no haber ido...
...Encontraron a Pablín en un plato y ¡LO HABÍAN SERVIDO FRITO! acompañado de un triste pedazo de pan con tocino y un jugo de naranja.
Esa noche, fue negra, cargada de tristeza y melancolía pero la familia del huevo juró no descansar en paz hasta conseguir su venganza.
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